Dinamarca conocido actualmente como el país más feliz del mundo, tiene una bella capital, Copenhague, que es sin duda una de las grandes ciudades de Europa y una de la más caras. Con su mezcla perfecta de antigüedad y modernidad, bien merece una vista. Canales, barcos, restaurantes de hace años con una rica gastronomía y más bicis que coches, dominan con su diversidad turística que llama la atención por su sencillez exquisita.
Al ser una ciudad pequeña, el recorrido de las rutas lo puedes hacer en pie, puesto que los puntos de interés están a escasos kilómetros o metros unos de otros.
El casco antiguo de Copenhague tiene la calle peatonal más larga de Europa, Stroget, donde se concentra todo tipo de comercio y las firmas más prestigiosas, aunque también aquí está el mejor ambiente durante todo el día. Desde el Ayuntamiento puedes empezar tu recorrido por esta magnífica calle y llegar hasta la interesante plaza de Kongens Nytorv, donde se encuentra el Teatro Real de Copenhague.
A una calle de la plaza del ayuntamiento, Radhuspladsen, no os olvidéis de visitar si está abierto, el famoso parque más antiguo de Europa, Tivoli, sin lugar a duda este parque alcanza su máximo esplendor por la noche. A menos de 10 minutos de esta plaza, Ny Carlsberg Glyptotek, nos espera este museo de colección de arte moderno y antiguo.
Nos dirigimos hasta Nyhavn, el viejo barrio de pescadores, repleto de viejas cafeterías y restaurantes de llamativos colores. Donde se puede disfrutar de las delicias gastronómicas. Además si quieres disfrutar de los canales de y descubrir más de esta ciudad maravillosamente compacta, una de las atracciones turísticas que tiene Copenhague es el bus acuático, varias compañías cubren la ruta de dieciséis paradas y ofrecen su servicio desde aquí.
Partiendo de este punto, puedes dedicar a disfrutar de Frihedsmuseet, un museo dedicado a los que resistieron al régimen nazi en la segunda guerra mundial. El Palacio de Amalienborg, lugar de residencia durante el invierno de la familia real danesa, que si consultas los horarios, podrás asistir al cambio de guardia que tiene lugar aquí. Frederiks Kirke (Marmorkirken), la iglesia de mármol con sus asombrosa cúpula de color turquesa, muy visitado por los turistas, y se encuentra a escasos pasos del palacio. Y finalmente, de frente está el Opera House, imponente edificio que parece estar flotando en el agua.
Bordeando el canal desde donde has divisado el Opera House, y casi cuando ya creas que no hay nada, está el clásico símbolo de la ciudad, la estatua de la sirenita, la cual merece unas cuantas fotos para el álbum.
Para llegar al Castillo de Rosenborg y King’s Garden, tendrás un ligero paseo, ya que por las calles puedes ir descubriendo peculiares lugares de comercio. Cuando llegues, lo primero que verás es el castillo, que fue mandado a construir por rey Cristián IV junto con los jardines que lo rodean y que si hace buen tiempo, no debes dudar en visitarlo.
Otros de los lugares para visitar en tu viaje a Copenhague son el Palacio de Christiansborg, antigua residencia real, y actual sede del gobierno danés y el edificio de la Bolsa de Copenhague, muy sugerente por su cúpula alargada y en espiral, adornada con dragones.
Se trata de visitar Copenhague, de una manera sencilla por sus puntos principales y más turísticos de la ciudad. Y también si no dispones de mucho tiempo para ver este magnífico paisaje urbano.
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